Nuestro decálogo en el diseño de la estructura
Las organizaciones son una tecnología superior formada por personas
Por tanto, prevalece la cultura, el ambiente y los valores como elementos claves que dan cohesión y por lo tanto, son el elemento principal a considerar en los cambios a la estructura. Se debe dar y promover un trato humano y consciente a las personas.
La estructura debe responder a la estrategia organizacional
Al diseñar la estructura siempre se deben identificar los retos que plantea la estrategia para que la misma se alinee con la visión de cambio y/o futuro de la entidad.
Se diseña un sistema no una burocracia
La estructura sigue a los procesos y el orden del diseño debe ser coherente y lógico: estructura de primer nivel, estructura de los niveles subsiguientes, equipos de trabajo, cargos, roles, responsabilidades y por último el poblamiento o personas.
La estructura no está escrita sobre mármol
Ante un contexto organizacional cambiante, la estructura debe ser flexible para adaptarse a nuevas realidades; igualmente, los cambios en la estructura deben acompañarse de la Gestión de Cambio Organizacional.
El cambio en la estructura se debe justificar
El cambio en la estructura no ocurre sin justificación, este debe estar basarse en hecho y debe buscar eficiencias, ahorros, alineación a la estrategia, nuevos procesos o actividades, cambio en el volumen de actividad, redistribución por sobrecarga y/o segregación de funciones, proyectos, entre otros y, así mismo, sus resultados.
Los resultados esperados de un cambio en la estructura se deben medir
Se deben definir indicadores que midan la promesa de valor en el cambio de una estructura, de tal manera que se puedan validar y cuantificar los beneficios asociados a procesos, volumen de actividad, optimización económica, aporte a la estrategia o iniciativa estratégica.
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